¿Sabía que una de las razones por las que una mujer que ha sido víctima de violencia de género o agresión sexual regresa con su agresor y/o retira las denuncias es por falta de un hogar estable para ella y sus hijos?… Pues gracias a proyectos como MATRIA, esa triste realidad puede ser transformada.
Matria es una organización sin fines de lucro que surgió en el 2004 ante la necesidad de brindar servicios para estas mujeres que carecían de un espacio en el que se atendiera la problemática de sus vidas. De manera que un grupo de mujeres decidió emprender la aventura de crear un entidad que a través de fondos federales, brinde servicios a mujeres jefas de familia con bajos ingresos y/o sobrevivientes de violencia de género.
Entre los servicios que MATRIA ofrece se encuentra el proyecto de vivienda transitoria, conocido como GAIA y un programa de desarrollo económico (ALQUIMIA) que se divide en dos vertientes: Libera y Atenea. Libera es la sección que se encarga de incentivar la creación de pequeñas empresas y Atenea es el nombre del proyecto que incentiva que estas mujeres puedan educarse y hacerse de una profesión. Según Amárilis Pagán, co-fundadora del proyecto y actual directora ejecutiva, la parte más importante de MATRIA es precisamente la que provee ayudas para insertar a las mujeres en el mundo laboral ya que esto les permite su propia independencia. “Para MATRIA, el concepto de empoderamiento es esencial porque nosotras estamos convencidas que uno de los grandes problemas que ha habido en el ofrecimiento de servicios para mujeres que se ofrecen en la isla es el verlas como que no son capaces de asumir las riendas de sus vidas”, puntualizó Pagán al explicar la importancia de darles a las sobrevivientes herramientas para que eventualmente continúen sus vidas sin necesidad del mismo.
Y es que este proyecto, que ya ha impacto a cerca de 1,500 a 2,000 personas en la isla, pretende generar un cambio de mentalidad no solo en las mujeres que reciben los servicios sino también en el resto de la sociedad que tiende, de manera errada, a revictimizar a estas mujeres. “Nosotras en MATRIA preferimos llamarlas guerreras […] Cuando están en el proceso de salir (del ciclo de maltrato) muchas veces lo que necesitan es la validación de que se les está viendo como capaces”, explica la directora ejecutiva de la entidad.
Pero dirigir una entidad sin fines de lucro requiere una fuerte motivación para emprender y sostener una visión de ayuda al prójimo. Y precisamente es su “inmenso amor al prójimo” lo que hace que Amárilis Pagán y todas las mujeres que laboran en MATRIA cada mañana al abrir sus ojos, reanuden su compromiso con este proyecto que ya lleva 12 años. Lo otro que motiva a Pagán es su fuerte convicción de que los cambios son posibles. “Si yo pensara que esto está chavao y que no hay forma de que la sociedad cambie, pues me quitaba… pero yo estoy convencida de que el cambio es posible. Yo reafirmo mi compromiso con MATRIA todos los días, cada vez que veo a una de nuestras participantes alcanzando las metas que se propuso” afirma Amárilis Pagán.