Con las melenas rubias por doquier, más clientes que gorras de Puerto Rico y “hashtags” como #LosNuestros y #LosRubios circulando las redes, es más que evidente que el equipo de pelota que representa a Puerto Rico en el Clásico Mundial de Béisbol ha logrado mucho más que crear una fanaticada; ha unido un país.
El apoyo a nuestros peloteros ha roto barreras y en el transcurso ha traído alegría, patriotismo y orgullo por lo nuestro. Gente de todas las edades ha expresado su lealtad y lo continúan haciendo, desde un abuelo que se pintó el pelo para sorprender a sus nietos, hasta niños del San Jorge Children’s Hospital que grabaron un vídeo para mostrar su solidaridad. Incluso, se perdonó un accidente de carro cuando se enteraron que ambos eran #TeamPUR y se habían acostado tarde viendo el juego de Puerto Rico contra Holanda. ¡Y cómo olvidar las familias y comunidades que se han unido para ver los juegos!
Más hermoso aún, es ver que no tan solo se unen los que viven en la Isla, pero los que viven fuera también. Frases como “Yo sería borincano aunque naciera en la luna” han cobrado vida en residentes de Estados Unidos y otras partes del mundo que dicen como buen Boricua, “¡Esos son los míos!”, y al igual que los que estamos en este 100×35 muestran su respaldo.
Partieron con la intención de ganar un campeonato, pero haciendo lo que les gusta, jugar pelota, lograron muchísimo más; crearon unión y felicidad, dándole ReStart a Puerto Rico.
Hoy, se enfrentan al equipo de Estados Unidos y con la racha que llevan espereamos otro juego grandioso. Con banderas al aire, caras pintadas y el pecho inflaó los veremos anotar carrera tras carrera con la ilusión de que permanezcan invictos. ¡Adelante y éxito en la final!