Padre de gemelos con autismo, Omar Álvarez Castañeda, descubrió que niños con esta condición tienen poca o ninguna oportunidad de participar en equipos deportivos. Junto con el apoyo de su esposa decidió hacer algo al respecto y tuvo la iniciativa de crear Fundación Golitos, organización de fútbol para niños con autismo.
Con la iniciativa ya presente solo les faltaba formular un plan. Crearon un currículo de circuitos para trabajar con los menores y ya estaban listos para arrancar con el programa, pero necesitaban la validación de alguien que probara que el tratamiento sería efectivo. Fue por esto que el Departamento de Educación Física Adaptada de la Universidad de Puerto Rico (UPR) Recinto de Bayamón se convirtió en parte integral de la fundación. Semanalmente los profesores Mariano Santini Rivera y José A. Crespo Reyes los asesoran y hacen los cambios necesarios en el programa para cumplir con las expectativas que tienen para el semestre. Además, el padre colombiano informó que “este programa está avalado por ‘Special Olympics’ como el programa de desarrollo de atleta joven”.
Tenían el plan establecido y la validación de la UPR Bayamón y las Olimpiadas Especiales, ahora necesitaban el personal que llevaría a cabo el programa entrenando a los niños. Álvarez Castañeda entrena equipos de balompié en su tiempo libre y tiene certificaciones de la Fédération Internationale de Football Association (FIFA), pero no pretendía entrenar al equipo él solo, pues los menores necesitan atención más individualizada. Cuentan también con Nicole Lineras y Mike Christian López, ambos maestros de educación física avanzada, quienes adiestran a los menores junto al creador de la fundación y a su vez, tienen voluntarios. “Hacemos unos acuerdos con los colegios. Yo presento a Golitos como una opción para que hagan sus horas de voluntariado y ambos nos beneficiamos; yo recibo el insumo de la ayuda de ellos y llevamos el mensaje”, explicó el entrenador.

Durante el día de juegos que tuvieron el mes pasado los padres, entrenadores y voluntarios ayudaron a los niños a completar múltiples obstáculos.
Por seis años la fundación ha ayudado en el desarrollo de menores con autismo entre las edades de tres a trece años. “El fútbol permite la integración y la interacción social, les da coordinación, desarrollo físico y los ayuda a mantenerse recibiendo órdenes, estructuras de comando, esperando turno. Eso los ayuda en su vida diaria, porque esperar aquí para hacer el relevo es los mismo que esperar en la fila del supermercado”, afirmó Álvarez Castañeda. Además, “en la parte individual los ayuda mucho a hablar, conocerse, interactuar. Inclusive, los ayuda mucho a sentirse parte de, tener un sentido de pertenencia, sienten que son parte de un equipo”, añadió.
La fundación no se limita a jugar “soccer” con los integrantes del equipo, una a dos veces al semestre los llevan a practicar deportes de agua como el surf y el “paddle boarding” y hacen salidas al cine para que disfruten de películas.
Con tres grupos que se reúnen en distintas partes de la Isla, uno en el Colegio San Ignacio en Río Piedras, otro en el Bayamón Soccer Complex y el último en Aguada, la fundación ha logrado su cometido. “Lo que queremos es llevar un mensaje. Queremos que conozcan no solamente a Golitos, que conozcan la necesidad que tienen estas familias”, indicó el padre de gemelos. Menores que llegan a sus prácticas con sonrisas de oreja a oreja, padres que viajan desde Naguabo para tratar a sus hijos y voluntarios que con amor y paciencia ayudan en todo lo que sea necesario son muestra de que Fundación Golitos hace mucho más que enseñarle a un grupo de niños a jugar fútbol, dan la esperanza de que es posible transformar vidas educando y siendo perseverantes.
Para más información de cómo ser voluntario o donar a la fundación pueden comunicarse con ellos a través de la página de Facebook: Fundación Golitos